¿Escuchaste la expresión “eres lo que comes”? Bueno, en cierto sentido, es verdad. Los nutrientes de los alimentos que ingerimos constituyen la base de la función y la integridad de todas las células de nuestro cuerpo, por eso es importante que intentemos mantener una dieta y un estilo de vida saludables. Este es uno de los motivos por los cuales los frutos secos y las frutas deshidratadas deberían ser una parte esencial de tu dieta diaria. Los frutos secos y las frutas deshidratadas están repletos de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, proteínas vegetales y grasas saludables que necesitamos consumir a diario para que nuestro organismo funcione correctamente.
A lo largo de los años, el consumo de frutos secos también se ha asociado a una serie de beneficios para la salud, desde la salud cardiovascular hasta la resistencia a la insulina y la diabetes, el control del peso, la salud intestinal, el envejecimiento y la función cognitiva, y algunos tipos de cáncer. Y, más recientemente, otras corrientes de investigación han asociado la fertilidad con los frutos secos como parte de dietas sostenibles. ¿Necesitás más motivos para incorporarlos a tu rutina diaria?
Aparte de sus beneficios, la combinación de frutos secos y frutas deshidratadas constituye un complemento equilibrado y sabroso para tus comidas y colaciones, y hay muchas formas de incorporarlos. Para ayudarte en el proceso, estas son algunas ideas sobre cómo incorporar frutos secos y frutas deshidratadas a tu rutina ⬇️:
- Hacé tu propia mezcla: Combiná varios frutos secos como almendras, nueces y castañas de cajú con frutas deshidratadas como higos secos, arándanos secos y damascos secos para crear tu propia mezcla personalizada. Podés repartir esta mezcla en pequeños recipientes o bolsas para comer durante el día según lo que necesites.
- Snack para antes de hacer deporte: Una mezcla de frutos secos y frutas deshidratadas puede ser una excelente colación para antes de hacer algún deporte. La combinación de las grasas saludables de los frutos secos y la energía rápida de las frutas deshidratadas puede darte la fuerza constante que necesitás durante el entrenamiento.
- Parfait de yogur: Agregá en capas frutos secos y frutas deshidratadas picados a tu yogur favorito, lo que le añadirá un toque crujiente, textura, sabor y nutrición a tu desayuno o snack.
- Como ingrediente para tu licuado de frutas: Mezclá frutos secos y frutas deshidratadas en tus licuados para agregar sabor y hacerlos más nutritivos. Los dátiles, por ejemplo, sirven para darles cremosidad y un toque dulce natural a tus bebidas.
- Como ingrediente para ensaladas: Esparcí una mezcla de pistachos y maniés sobre tus ensaladas para darles un delicioso toque crujiente y dulce. Combinan bien tanto con ensaladas de hojas verdes como de cereales.
- Repostería: Incorporá frutos secos y frutas deshidratadas picados a tus recetas para hornear. Agregá pasas de uva a magdalenas, galletitas, barritas de cereales y pan para darles más sabor y textura.
- Snacks energéticos caseros: Prepará bocados energéticos con un surtido de frutos secos y frutas deshidratadas. De esta forma, podés controlar qué ingredientes llevan y evitar los aditivos innecesarios. Mezclalos en una procesadora de alimentos, formá bolitas y guardalas en el refrigerador para disfrutar de un snack rápido y rico en nutrientes.
- Comer a conciencia: Disfrutá de los frutos secos con conciencia. Comé despacio para sentir todos los sabores y texturas; de esta forma, te sentirás más satisfecho con porciones más pequeñas.
Los frutos secos y las frutas deshidratadas poseen numerosos beneficios para la salud, pero recordá hacer un consumo moderado. Es importante tener en cuenta la ingesta diaria recomendada.
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